viernes, 23 de noviembre de 2012

Capítulo 29: Preferiría soñar que toparme con la realidad.

(POV Paula)
Comienza a oscurecer, la hora de volver a casa se acerca, comienzo a recoger mis cosas. Me echo la mochila a la espalda y bajo las escaleras, Kris comienza a quejarse, no quiere que me vaya.
-Hasta mañana.
-Espera Paula, John te acompañara a casa-dijo Ingrid a la vez que se aproximaba a mi-está muy oscuro como para que vuelvas sola.
Preferiría volver sola, pero estoy cansada y no tengo ganas de llevarle la contraria a Ingrid, John aparece por la puerta del salón como un rayo y entonces es cuando Andrea comienza con sus tonterías.
-Yo creo que no va a hacer falta que ni se abrigue, te aseguro que frío no va a pasar…
-Anda calla boba-le digo.
Abro la puerta  y salgo a la calle, John me sigue, Andrea y Kris se despiden de mí desde la puerta. Cuando ya nos hemos alejado lo bastante de la casa de Andrea, John comienza a hablar.
-¿Estas enfadada por lo de ayer?
-No sé ni siquiera para qué me preguntas. Creo que ya sabes la respuesta.
-Mira lo siento, pero es que…
-John preferiría que dejaras el tema…
-No, tengo…más bien necesito hablar contigo…
-No quiero saber lo que tienes que decir-dije tajante.
-¿Por qué?
-Porque ya sé lo que me vas a decir y seguro que no es una broma, porque la primera vez que me tenías que decir algo era cierto, ¿por qué no lo iba a ser a la segunda?
 -¿Por qué lo sabes?
-Porque un beso no se le da a cualquiera…y aunque tú no consiguieras dármelo, lo intentaste.
-Pero…
-Déjalo, el “te quiero” lo tengo bastante claro…
-Lo siento. De verdad…
-¿Te arrepientes de haberlo intentado?-pregunte esperando que la respuesta fuera otro perdón.
-Siiii-dijo con un tono impaciente-sobre todo por que pienso volver a hacerlo.
Y sin que yo pudiera evitarlo sus labios se juntaron con los míos,  estaba entre él y la pared, le di un pequeño empujón intentando separarlo, pero fue en vano, se acerco todavía más y sujeto mis manos. Los empujones no consiguieron nada, me apretó contra él y sus labios bajaron en dirección a mi cuello, sus manos se metieron bajo mi camiseta.
-John suéltame, déjame, yo no…
-¿Tú qué? tú  no me quieres, eso ya lo sé, ya me lo has dejado claro, pero por lo menos he conseguido un beso tuyo, bueno más de uno.
John por fin me soltó y no pude evitar pegarle un bofetón. Estaba muy enfadada, pero lo que no me podía quitar de la cabeza era lo que iba a tener que contar a Angel. Baje la mirada al suelo, pensando en que decir.
-Si lo que querías era un simple beso, podías pedírselo a Andrea…
-No…
-Pensé que eras mi amigo, no se para que…
-¿Hago esto?
-Si.
- No se ni siquiera para que me preguntas. Creo que ya sabes la respuesta-dijo con un tono burlón.
-¡Ya sé que me quieres!-le dije gritándole-Lo que no sé para qué haces esto si sabes que yo quiero a Angel-le dije algo más calmada-No lo entiendo.
-Porque por intentarlo no pierdo nada.
-Sí pierdes.
-¿El qué?
-A mí, pierdes mi amistad, no creo que pueda volver a mirarte…
-Pero si Angel es un crío no sé como estas con él, deberías estar conmigo…
-Que te quede claro, no cambio una semana con Angel por tres meses contigo… ¿te crees mejor que él? Quizá lo seas y yo esté ciega. Que quizá me equivoque con él y luego me arrepienta, el problema es mío no tuyo. Sigue creyéndote mejor, pero para mí no lo eres. Búscate a otra que te quiera como novio, porque hasta ahora yo solo te quise como amigo.
Eche a andar en dirección a mi casa y le deje allí en medio de la calle, solo, quizá he sido muy dura, pero yo si que no me arrepiento. Podría explicarme él como voy a decirle esto a Angel. Una lágrima resbala por mi mejilla, luego otra y otra, hasta que por fin se podría decir que rompí a llorar. Me senté en un banco que estaba a mi lado, junté las rodillas contra mi pecho y pose la cabeza en ellas, me tapé la cara con los brazos y dejé que las lágrimas siguieran surgiendo. Cuando por fin pude para de llorar, note como alguien se sentaba a mi lado. Gire mi cabeza para ver quien era mi acompañante, era Josh.
-¿Qué haces por aquí a estas horas?
-Acabar de joder mi vida por completo.
-¿Pues?-pregunto Josh a la vez que separaba un mechón de pelo para poder verme la cara-¿Has estado llorando?
-…es que lo que me ha pasado no es precisamente para saltar de alegría.
-¿Quieres contármelo o mejor me largo?
Me lo pensé, si se lo contaba a Andrea, sabía de sobra su respuesta, me iba a decir que tenía que dejar a Angel y salir con John. Tomé aire y comencé a contarle todo lo que había sucedido. Mientras, pensaba en lo que iba a perder por todo lo que había ocurrido. ¿Estaría apunto de perder a Angel? La idea hacía que el corazón se me rompiera. Acabé de contarle mi desafortunada vida y cogí el móvil.  
-Tengo que llamarle.
-Che, che, che, primero tienes que calmarte, si le llamas llorando lo vas a asustar.
Josh tenía razón, la noticia que tenía que darle no era buena, pero no podía asustarle. Cuando me calmé cogí el móvil, marqué su número y esperé a que lo cogiera, pero no lo hizo. Al parecer estaba apagado o fuera de cubertura. Miré a Josh con cara de tristeza.
-Nada, tiene el móvil apagado.
-No te preocupes lo llamaras mañana. Ahora necesitas descansar, ¿ quieres qué te acompañe a casa?
-Gracias, pero es que…no quiero molestar.
-Venga no es molestia.
Echamos a andar hacía mi casa, la llegada fue como traspasar una meta, estaba cansada. Me despedí de Josh, él me dio un abrazo y me dijo que no me preocupase que todo volvería a la normalidad. Cruce la puerta de entrada y subí las escaleras en dirección a mi cuarto. Abrí la puerta, corrí hacia la cama y caí rendida en ella. Preferiría soñar que toparme con la realidad. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 28: Alicia.


La intranquilidad que sentía me corroía por momentos, Víctor no me había contado todo, no me había dicho ni la mitad de lo que yo creía que me iba a contar, todavía quedaba un vacío por rellenar en mi interior. Según él, había cosas que no tenía quien ser él quien me las contase. Lo poco que me había contado era cosas como “mi padre me separo de ti porque lo veía necesario ya que podrías ser una mala influencia” o “mi padre dijo que tu padre era un irresponsable, que todo lo que había pasado era culpa suya”. Era poco, pero tenía el suficiente peso para que yo estuviese enfadada, en ese momento mis pensamientos fueron atropellados por una marabunta de palabras que describirían a mi “querido tío”, se me paso una idea como “échale la culpa al muerto total, esta muerto”, supongo que esto mismo pensó mi tío. Llegue a casa de Andrea, llame a la puerta y la pequeña Kris la abrió. Llevaba puesto su pijama azul de pingüinitos y tenia la boca llena de chocolate, era la pura imagen de la hermanita pequeña que yo hubiese querido tener, Kris tenía 4 años y debía de ser una de la niñas más dulces que yo hubiese visto.
-¡Paula!-grito la niña al verme y se tiro encima de mí-¿a qué no sabes que estoy comiendo?
-Pues…no lo se…es que me es muy difícil adivinarlo.
-Me estoy comiendo el chocolate de Andrea.
-Como se entere te come…
-No, creo-dijo con inseguridad.
-Pues a los chicos del instituto se los come-dije entre risas-Por cierto ¿esta en casa?
-Si esta arriba, pasa.
La pequeña niña me hizo un gesto invitándome a pasar, subí las escaleras tras de ella. Cuando llegamos a la habitación vi como se tiraba encima de Andrea y la llenaba de chocolate dándole besitos en las mejillas. Andrea se reía, he intentaba quitarse de encima ha aquella pequeña niña.
-Para canija que me haces cosquillas-decía Andrea riéndose.
-Menos gracia te va hacer cuando vayas a comprobar tu chocolate.
-¿Qué?
-Me lo he comido todo…-dijo la niña con una sonrisa triunfante.
-Así…
-Sí.
-Pues te voy a comer…
La pobre niña salió de la habitación corriendo, gritando y llamando a su madre, “mami Andrea se come a los chicos del instituto y ahora me quiere comer a mi” decía Kris. Mire ha Andrea, que me miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Por un momento nos sumimos en el silencio, pero enseguida recobre las ganas de hablar, me senté a su lado y cerré los ojos intentando calmarme, respiro hondo.
-¿Qué tal la charla con Víctor?
-Pues…la verdad…se me ocurren muchas palabras para describirla, pero te lo voy a resumir. Mi tío no es el bonachón que parecía.
-Entonces ¿quién es?
-Es alguien que quizá me vuelva a perder…
Mire al suelo buscando los pequeños trozos de mi corazón roto, pensando en lo poco que yo tenía que peder, más bien en nada. Joy protegería a Richard de volverlo a pasarlo mal si yo me iba, a Víctor, no se hasta que punto podría interesarle, ¿podía sentirse en un par días cariño hacia una persona a la que llevas sin ver 12 años y de la que apenas te acordabas? Deje que mi imaginación causara estragos en mi mente, no me importaba nada, ¿A dónde iría? No lo sabía, pero me daba igual, hasta morirme me daba igual, pero algo dentro de mí hizo que las cosas cambiaran. Si pensaba que no tenía razones para estar en este puñetero mundo estaba equivocada, Angel era mi razón.
-Oye ¿que te parece si nos ponemos hacer los deberes?-dijo Andrea sacándome de mis pensamientos.

(POV Angel)
Las gotas cubren cada milímetro del ventanal de la cafetería, aburrido pienso en ella, cuento los días que le faltan para verla. Suena en la radio “Thank you for living me” de Bon Jovi, sorbo a sorbo voy acabando mi chocolate, miro fuera del local y veo como la gente corre para no mojarse. Acabo mi chocolate, pago la cuenta y salgo de la cafetería, aunque no se que dirección tomar ando ensimismado bajo la lluvia. Pienso en volver a abrazarla, acariciarla, me doy cuenta de cuanto añoro sus besos, se podría decir que no vivo sin ella, no es que mi vida se pare, sino que se le hace más lenta y sin embargo tengo ganas de vivirla rápido. He decidido mi destino, por lo que me hecho a andar más rápido de lo que iba. Llego a la playa de mi infancia, donde puedo recordar todo lo que viví con Paula, añorarlo, sentirlo, llorarlo, estoy seguro de que la volveré a ver, no quiero llorar. Me siento en la arena esperando que algo ocurra, quizá me trague una ola, sería una pena que no lo hiciera. Sigo sentado, intentando que una ola me trague. Noto como alguien se sienta junto a mí, me giro y veo a una chica con el pelo por los hombros y negro, sus ojos eran grandes y azules, me sonreía, yo le conteste de la misma forma.
-Hola-me dijo ella.
-Hola.
-¿Qué tal?
-Bien-dije desconcertado.
-Me llamo Alicia.
-Angel-le sonreí.
-¿Esperas a alguien?
-Sí, a una ola que me trague.
-¿Y eso?
-Problemas.
-Ya veo que lo tuyo es la brevedad.
-Depende para qué…-dije insinuante.
-¿Y para qué no lo eres si se puede saber?-río.
Me encogí de hombros sonriendo, suspire y mire al mar.
-¿No me vas a contar lo que te pasa?
-Eres un poco cotilla.
-Un poco, pero a veces es bueno serlo.
-Si tú lo dices…
-Pues sí, lo digo yo.
-…
-Ahora en serio, ¿no me vas a contar que te pasa?
-Demasiadas cosas…
-Tengo tiempo.
Y se lo conté. No se por qué, pero se lo conté.
-¿Y si te vas a Londres con ella?
-¿Qué?
-Pues eso, que te vayas a Londres.
-Pero mi vida esta aquí.
-Pero ¿tu vida no era ella?
-No me líes.
-No te lío, si me lo acabas de decir tú.
-Bueno vale, tienes razón.
-Claro que la tengo, siempre la tengo.
-Además de lista, humilde-dije irónicamente.
-Y tú, además de romántico, simpático-dijo con la misma ironía.

Hola, bueno aquí tenéis un capítulo más, esperamos que os guste, no es muy largo y sentimos haber tardado tanto en subirlo, pensamos que no os va a desagradar. Comentar, besitos.