Suena el timbre,
Lay sale corriendo ha abrir la puerta, yo sigo ensimismada mirándome al espejo,
me giro hacia un lado, hacia él otro, media vuelta. No estoy muy convencida de
que el vestido me quede bien, Lay me ha mandado ponérmelo para ver como me
quedaba y mientras ella necia como es me decía que me quedaba bien, yo mantenía
mi palabra de que el vestido me quedaba como el culo. El vestido es de color
morado, con tirantes y un escote muy pronunciado, corto, por encima de las
rodillas, otra de las palabras que yo mantenía, era la de que con aquel vestido
parecía un putón verbenero. Sigo ensimismada colocándome el vestido y
escuchando la canción que esta sonando en la radio, en ese mismo momento esta
sonando “Make me wanna die” de ThePrettyReckless, al principio algo tímida
tarareo la canción, pero luego la canto sin ningún problema, haciendo que se me
oiga alto y claro. Sigo colocándome el vestido y cantando, que si ahora me
maquillo, que si estoy despeinada, no me doy cuenta de que alguien entra en la
habitación. Unas manos me tapan los ojos y noto como unos labios se posan en mi
cuello y luego una voz susurra en mi oído:
-¿Quién soy?
Una sonrisa se
dibuja en mis labios, pero no respondo, simple mente me giro y le doy un beso,
luego le miro a los ojos y le sonrío, nuestros labios se vuelven a juntar, noto
como él sonríe. Sus ojos expresan una alegría inimaginable, hace que otra
sonrisa se dibuje en mis labios, una voz nos devuelve a la realidad:
-Chicos, venid a
cenar-grita Lay desde abajo.
-Ya vamos-decimos
Angel y yo al unísono, nos miramos y nos reímos.
-¿Qué te pasa con
el vestido que Lay te ha prestado?-me pregunta Angel.
-Nada.
Angel me mira con
cara de obviedad, que yo esquivo rápidamente.
-Es que parezco un
putón-digo en tono de niña buena.
Angel no puede
evitar soltar una carcajada, pero yo lejos de reírme, aunque también tenía
ganas, me pongo de morritos. Angel se me acerca y me da un beso.
-Estas preciosa y
eso es algo que vas ha tener que reconocer, te guste o no-me dice mientras me
mira a los ojos.
-Pero ¿queréis
bajar ya?-dicen Lay, Dani y John desde abajo.
-Que si-volvemos a
decir Angel y yo.
-¿Sabes qué
pienso?
-¿Qué?
-Que deberías
ponerte más veces ese traje.
Lo miro varias
veces, va de traje, es un traje negro y que a parte de hacerle elegante también
le hace atractivo. Bajamos las escaleras cogidos de la mano y llegamos al salón,Dani
también va de traje y Lay lleva un vestido corto, de color rojo y muy ajustado,
la cena está sobre la mesa, nos sentamos y empezamos a cenar. Lay echa vino en
todas las copas, no estoy muy convencida tomar el vino, pero finalmente me lo
tomo, veo como Lay se toma una copa tras otra y Dani lo mismo, menos mal que
esta noche se quedan a dormir en mi casa, porque no me los imagino volviendo a
las suyas. Cuando estamos comiendo el postre, Lay saca cinco copas y echa
champan en ellas, los cinco brindamos. Cuando acabamos de cenar, todos
recogemos la mesa, aunque todavía no logro saber como fue capaz Lay tan
siquiera de levantarse de su silla, y nos sentamos en el sofá de mi salón,
estamos viendo la televisión, no hay más que chorradas de Noche Buena, por lo
que decido poner música de ambiente discotequero y saco un par de botellas que
tenia escondidas, pongo cinco vasos sobre la mesa del salón y los relleno con el
whiski. Los cinco hacemos una pequeña cuenta atrás y acto seguido, en menos de
un segundo sentimos como algo ardiente baja por nuestras gargantas, así
seguimos, copa tras copa. Comienzan a decir tonterías y yo a hacerlas, jugamos
a la botella, a Lay le toca darle un pico a John y lo hace sin problemas, a mí
por suerte me toca dárselo a Angel. Después de jugar a la botella Lay y yo
estamos bailando en medio del salón, Angel, Dani y John nos miran y a la vez
hablan. Me siento algo mareada por lo que dejo de bailar, me siento encima de
Angel y le doy beso, el acaricia mis brazo y yo su nuca, comienzo a darle
pequeños besos en el cuello y acto
seguido meto la mano debajo de su camisa y acaricio su torso, sus manos bajan hasta mi
cintura y mis labios vuelven a subir hasta los suyos. Me giro y cojo mi vaso,
me tomo lo que queda del wiski, cuando ya me encuentro mejorme levanto, agarro
a Angel de la corbata y tiro de él, intento que baile un poco y efectivamente lo consigo.
-Esta me la
pagaras… luego-me dice a la vez que me lanza una mirada picara.
Yo me rio y sigo
bailando, de momento se más o menos lo que hago, Dani y Lay también bailan y
John el pobre esta sentado en el sofá riéndose de nosotros. Un tiempo después
tiro de la corbata de Angel y hago que suba las escaleras detrás de mi,
llegamos a mi habitación, cierro la puerta y en menos de un segundo Angel ya me
esta recordando que tengo que compensarle por lo de haber bailado, le mando que
espere y pongo el despertador de mi móvil. Una vez puesto el despertador, sin
que yo me lo esperara Angel me coge en volandas y a la cama.Mi cuerpo esta bajo
el suyo, sus labios desfilan por mi cuello una y otra vez mientras sus manos
van bajo mi vestido, luego como si me leyera la mente sus manos intentan que mi
vestido caiga al suelo, yo su camisa y luego su pantalón. Angel sigue haciendo
desfilar sus labios por mi cuello, me doy cuenta de que no se por qué la radio
esta encendida, en ese momento esta sonando “PartyGirl” de McFly, la
coincidencia de la canción con lo que esta ocurriendo me hace gracia, me río y
Angel se da cuenta. Me mira y cuando menos se da cuenta hago que su cuerpo
quede debajo del mío, ahora soy yo la que tomo el mando, beso su cuello y
directamente bajo hasta su pecho, en menos de un abrir y cerrar de ojos me
deshago de su ropa interior y el de la mía. El pasea sus manos por todo mi
cuerpo, mientras yo paseo mi lengua por su oreja, hace que mi cuerpo quede bajo
el suyo, mi respiración comienza a acelerarse y su corazón parece que se le va
a salir del pecho. Sus caderas se mueven rápido, hace que él primer gemido de
la noche salga de mi garganta, cierro los ojos y sigo sintiendo como cada sonido
que esta apunto de escapárseme, se queda oculto en mi garganta. Disfruto al
máximo todo lo que ocurre.Para mí esa noche no acaba hasta las tantas de la
mañana, pero aun así me parece corta, cuando ya llegan los putos recuerdos a mi
mente, mi corazón dice stop.
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