Me puse la camiseta que Angel había tirado en dirección a las escaleras, abrí la puerta con preocupación, no creía que mi padre fuese el que llamaba, en cuanto abro la puerta Angel se coloca detrás de mí. Quien esta detrás de la puerta no creo que venga a decirme algo bueno, si quien esta detrás de ella es un policía.
-Buenas noches-dice el policía en un tono muy serio.
-Buena noches, ¿puedo ayudarle en algo?
-Si, podría usted decirme ¿donde vive Paula Wilde Jones?
-Soy yo ¿por qué? ¿Hay algún problema?
-Su padre es Leonel Wilde ¿verdad?
-Si, ¿por qué? ¿Ha pasado algo malo? ¿Está bien?
-Vera su padre ha…-el policía hace una pausa, como diciendo que siente que tenga que ser él el que de la mala noticia, antes de que el policía continúe, mis ojos se llenan de lagrimas y por fin rompo a llorar-ha muerto.
Me abrazo a Angel que en esos momentos estaba detrás de mí contemplando la escena, Angel no se queda quieto, me abraza fuertemente y le pide al policía que nos deje unos instantes solos.
No dejo de abrazarlo, no quiero que se marche, no quiero quedarme sola. Una de mis peores pesadillas sea cumplido, me estoy quedando sola, no me queda nadie, ahora es cuando si siento miedo, ahora es cuando temo y tiemblo, ahora es cuando siento que llueve por dentro. Angel hace todo lo posible para animarme un poco, pero él sabe bien que no puede competir contra la muerte de mi padre, me abraza muy fuerte y coge su móvil, llama a sus padres y les dice que vengan a mi casa urgentemente. Mis lágrimas no cesan, no consigo calmarme, aunque aun así invito a pasar a la policía, quien me dice que mi padre parece a verse suicidado y que ahora mismo el juez acaba de ordenar el levantamiento del cadáver. Pregunto todo lo que puedo y asimilo las repuestas que me dan, aunque ellos dicen que no saben mucho ya que solo les mandaron informarme de que mi padre había muerto y de que tenía que ir a la funeraria a dar datos y todo lo necesario. Llaman a la puerta de mi casa, dejo a Angel en la cocina con la policía y abro, con una esperanza escasa de que lo que esta pasando sea una broma, pero como me suponía eran los padres de Angel, que habían venido alarmados por la llamada.
-Paula ¿que ha pasado? ¿Por qué estas llorando?-me pregunta la madre de Angel en un tono preocupado.
Angel sale por la puerta de la cocina acompañado por los policías, lo que hace que su padre se altere al verlo. Yo sigo sin poder hablar, Angel les dice que mañana iremos a la funeraria lo que hace que los padres de Angel se alteren más todavía y despide a los policías, se dirige hacia sus padres que nos miran con cara de preocupación, Angel me abraza y por fin suelta lo que yo tenía que decir pero que por culpa de las lágrimas no podía.
-El padre de Paula ha muerto-dice Angel también casi llorando.
Las miradas de los padres de Angel recaen sobre mí, que no aguanto las lágrimas, entre sollozos les ofrezco a sus padres un café o una tila, que su madre acepta ya que también se ha puesto nerviosa al recibir la noticia. Mi padre y los padres de Angel siempre fueron muy amigos, de ahí que Angel y yo nos conozcamos desde hace muchos años y estemos saliendo. El padre de Angel tampoco esta muy calmado por lo que también se toma una tila, Angel me abraza sin parar y cuando por fin me calmo un poco, les cuento lo que ha pasado. Mientras cuento todo, pienso que si esto no será un mal sueño, pero no porque ya me he refregado los ojos un par de veces y nada sigo en el mismo lugar.
-Pero ¿solo te dijeron que parecía a verse suicidado?-pregunta el padre de Angel.
-Si solo eso, dijeron que solo venían a informarme y que tendría que presentarme mañana en el tanatorio.
-Bueno, pues…lo mejor será que duermas, Angel se quedara contigo esta noche-dicen su padre y su madre a dúo.
-Mañana ya iremos a arreglar todo el papeleo de tu padre ¿vale?-me dice la madre de Angel mientras me acaricia la cara-tu por ahora descansa, nos vamos tenemos que hacer un par de cosas en casa, así que sentimos no poder estar contigo ahora mismo.
Los padre de Angel me dan 2 besos y un abrazo, cuando ya se han despedido de nosotros se van y Angel se queda a mi lado diciéndoles adiós, no sé que voy hacer intento que una gran depresión no me invada por momentos, pero Angel nota que ya estoy cansada que no puedo más. Entramos en casa y Angel se sienta en el sofá a mi lado, abrazándome fuerte, como si no quisiera que me fuese, pero yo tampoco quiero que él se vaya por lo que también le abrazo, siento que el mundo se me cae encima, Angel sigue abrazándome con fuerza.
-Deberías irte a dormir-dice.
-No tengo sueño, además no quiero dormir sola.
-¿Quién ha dicho que tengas que dormir sola?
La idea me consuela, por lo menos no me quedare sola, Angel estará a mi lado y hará que el dormir se haga más llevadero, tengo cansancio, pero eso hace que dormir me parezca una idea tonta. De todas formas llevo a Angel a mi cuarto y abro la cama, ya iba a meterme con ropa y con todo, pero Angel me avisa.
-¿Vas a meterte con ropa?
-Ay no me daba cuenta.
-Paula yo no tengo pijama, ¿me prestas uno de los tuyos?
Empiezo a reírme por que a pesar de la tristeza que arrastro todavía hay lugar para una sonrisa. Me quito toda la ropa, pero no me molesto en ponerme el pijama.
-Bueno visto que no tienes pijama, yo tampoco me lo voy a poner para que estemos en condiciones igualadas.
-¿No te molesta?
-¿Por qué va a molestarme?
-No se.
Angel se quita la ropa y me mira como si temiese que yo este molesta, se mete en mi cama, yo hago lo mismo que él, me acuesto a su lado y me abraza, me da un beso de buenas noches y hace un esfuerzo por dormirse, conmigo pasa lo mismo hago ese esfuerzo, a diferencia de que el mio se convierte en pesadilla. Toda la noche pienso, en lo que ha pasado, en lo que puede pasar, intento no llorar y lo consigo, pero sigo notando que llueve por dentro, que la angustia se acumula y finalmente consigo dormir.
domingo, 29 de enero de 2012
lunes, 16 de enero de 2012
Capítulo 5: Imaginación a corto plazo.
Nos pasamos la tarde haciendo bobadas por aquel inmenso centro comercial, Lay corría de un lado para el otro haciendo fotos, su obsesión, una cámara con la que pueda hacer que la imaginación vuele, que la imaginación huya muy lejos, hacia un lugar en el que la gente siempre tenga una sonrisa, en el que después de 100 años te sigas sorprendiendo con el mínimo detalle. Eso es lo que pasa con Angel, hace que hasta el mínimo detalle parezca especial, cuando estoy triste hace lo imposible para hacerme feliz, desde cosquillas hasta pequeños besitos que hacen que un escalofrío recorra mi piel. Lay sacaba fotos sin parar, siempre descubría algo en sus fotos que las hacían especial, su habitación esta llena de fotos que entre ella y yo hemos ido recopilando durante los años que hemos sido amigas, que la verdad son bastantes, yo creó que aunque pasen los años siempre nos querremos como el primer día, somos como hermanas inseparables, no se con certeza quien actúa de hermana mayor y quien de pequeña, lo más fijo es que seamos como gemelas, las dos somos extrovertidas y alocadas, pero a la vez tenemos los pies en la tierra, no me imaginaria la vida sin ella y sin Angel. Bueno hablare algo de Dani, él es el novio de Lay, también es alocado como Lay, pero a la vez es muy tierno, a mi me trata como su hija, por lo que de ves en cuando se me escapa algún que otro “Vale papi…”, entre Dani y Angel no hay quien se meta con Lay y conmigo.
-Van a ser las siete ¿queréis ir a hacer alguna compre más?-pregunta Angel mirando hacia Lay y Dani.
-No-dicen los dos a dúo.
-Y ¿tu? Preciosa
-Tengo que ir a por una cosa que he en cargado, así que voy ahora en un segundo ¿vais a iros a casa?
-Yo me tengo que marchar a las 8, pero como vivo lejos a las siete y media así que me iré ya, para ver si pillo algún bus de vuelta-dice Lay con tono de decepción.
-Te acompaño hasta tu casa, adiós Angel, adiós enana-dice Dani.
Lay y Dani se marchan cogidos de la mano, mientras Angel y yo nos quedamos mirándolos como tontos, aunque yo más bien me quedo con cara de enfado por lo de enana, vale que yo no sea muy alta pero es que él es alto como una jirafa. Angel se gira hacia mi y se ríe de mi cara.
-Bueno entonces qué, ¿vamos a buscar la cosa esa o nos quedamos aquí como tontos?
-Ehh, si voy yo ahora, esto, ¿te quedas a cenar en mi casa?
-No se, espera que llamó a mis padres.
-Voy a por la “cosa” mientras tú llama a tus padres y si te dejan mándame un mensaje y vete a mi casa y espérame allí ¿ok?
-Ok y si no me dejan, te mando un mensaje igual y te espero aquí.
-Si, vuelvo ahora, a la llama.
Me voy corriendo con las bolsas hacia la tienda en la que encargue el regalo de mi padre, cuando llego la misma chica que estaba por la mañana sigue detrás del mostrador, es alta de pelo rubio y no debe de tener más de unos 30.
-Hola-digo en un hilo de voz, ya que vengo fatigada.
-Hola, ya han acabado tu cuadro, ¿quieres verlo?
-Si, por favor.
La dependienta entra en una estancia que hay detrás de ella cubierta con una cortina, a los 2 minutos me llega un mensaje de Angel que pone “Si me dejan estoy en la puerta de tu casa”, le doy al botón de responder y le pongo “ok, voy para ahí”, en cuanto acabo de escribir el mensaje la dependienta aparece con un marco plateado donde hay una foto, esta preciosa es echa a mano con un simple lápiz, como le gustan a mi padre, se nos distingue perfectamente a los tres, de fondo esta la playa en la que hicimos la foto.
-¿Qué te parece?-me pregunta la dependienta, al ver mi cara de admiración.
-Está perfecto, justo como lo quería.
-Bien me alegro, es para regalo ¿verdad?
-Si.
La chica envuelve el cuadro con delicadeza, con un papel alegre de colores rojos y dorados, después de a verlo envuelto me lo da en una bolsa, pagó y salgo corriendo en dirección a la salida del centro comercial y en menos tiempo del que me espero me veo en la puerta de mi casa.
-¿Qué te apetecía hacer una maratón?-pregunta Angel divertido.
-No, tan solo bajar unos cuantos kilos.
-Eyyy esa boca palillito-dice mientras me ayuda con las bolsas, a pesar de que le tiene bastantes.
Abro la puerta de mi casa y le ofrezco pasar a Angel, subimos a mi cuarto y posamos las bolsas en el suelo, cuando yo ya he posado las mías bolsas Angel se acerca a mi y me da un beso justo cuando la mini cadena de mi cuarto comienza a sonar y suena la canción Just a kiss de Lady Antebellum, me separo de Angel y sonrió, le doy un beso y miro el reloj, son las ocho menos cuarto, será mejor que me ponga a hacer la cena.
-Voy a hacer la cena, ¿me ayudas?
-Vale te ayudo a hacer tu cena.
-Bueno y tu cena.
-No, la mía ya esta lista.
-¿Qué?
-Eres tú, te voy a comer a besos.
No puedo evitar echarme a reír, a la que soy su cena, siempre me sorprende con algo, aunque claramente sea una tontería.
-Vale pues espera a que me ponga buena-le digo mientras bajo las escaleras-por cierto ¿Qué quieres de cenar?
-Lo que haya, me da igual.
Me dirijo a la cocina y saco comida de la nevera, parece que mi padre se ha dignado ya a ir a la carnicería y a traído filetes, decido hacer la comida más simple que se me ocurre, carne con patatas y ensalada. Cuando acabo de hacer la cena me dirijo al comedor y pongo la mesa, Alex me ayuda y para cuando acabamos de colocar todo mi padre no ha llegado todavía.
-Bueno pues cenamos ya, mi padre ya cenara cuando llegue-digo mientras poso sobre la mesa 2 latas de coca cola.
Comenzamos a cenar y para cuando llegamos al postre, mi padre no ha llegado, es raro mi padre siempre llega para la cena, aun así seguimos cenando, cuando acabamos recojo todo y nos ponemos a ver una peli. Sigo preocupada por mi padre, siento que algo malo ha pasado, pero Angel me consuela dando me besos, llama a sus padre para decirles que llegara tarde, ya son las 9 nada mi padre no aparece, pasadas las 10 sigue sin aparecer.
-No te preocupes seguro que está bien-dice Angel en tono calmado, mientras me da un beso.
Angel comienza a darme besos, cuando me doy cuenta esta casi tumbado sobre mí, mete las manos por mi camiseta y comienza a quitármela, comienzo a quitarle la camiseta cuando justo llaman a la puerta. Me empiezo a imaginar quien será, pero mi imaginación dura poco tiempo en estos momentos.
-Dios quien será a estas horas-maldigo mientras abro la puerta.
Pero va a ser que a quien esta al otro lado de la puerta le da igual que maldiga que no, tienes que decirme algo y es muy importante.
Este capítulo se lo dedico a mi prima Laura que tiene la imginación suficiente como para entenderme. Os dejo con la intriga besos xao.
-Van a ser las siete ¿queréis ir a hacer alguna compre más?-pregunta Angel mirando hacia Lay y Dani.
-No-dicen los dos a dúo.
-Y ¿tu? Preciosa
-Tengo que ir a por una cosa que he en cargado, así que voy ahora en un segundo ¿vais a iros a casa?
-Yo me tengo que marchar a las 8, pero como vivo lejos a las siete y media así que me iré ya, para ver si pillo algún bus de vuelta-dice Lay con tono de decepción.
-Te acompaño hasta tu casa, adiós Angel, adiós enana-dice Dani.
Lay y Dani se marchan cogidos de la mano, mientras Angel y yo nos quedamos mirándolos como tontos, aunque yo más bien me quedo con cara de enfado por lo de enana, vale que yo no sea muy alta pero es que él es alto como una jirafa. Angel se gira hacia mi y se ríe de mi cara.
-Bueno entonces qué, ¿vamos a buscar la cosa esa o nos quedamos aquí como tontos?
-Ehh, si voy yo ahora, esto, ¿te quedas a cenar en mi casa?
-No se, espera que llamó a mis padres.
-Voy a por la “cosa” mientras tú llama a tus padres y si te dejan mándame un mensaje y vete a mi casa y espérame allí ¿ok?
-Ok y si no me dejan, te mando un mensaje igual y te espero aquí.
-Si, vuelvo ahora, a la llama.
Me voy corriendo con las bolsas hacia la tienda en la que encargue el regalo de mi padre, cuando llego la misma chica que estaba por la mañana sigue detrás del mostrador, es alta de pelo rubio y no debe de tener más de unos 30.
-Hola-digo en un hilo de voz, ya que vengo fatigada.
-Hola, ya han acabado tu cuadro, ¿quieres verlo?
-Si, por favor.
La dependienta entra en una estancia que hay detrás de ella cubierta con una cortina, a los 2 minutos me llega un mensaje de Angel que pone “Si me dejan estoy en la puerta de tu casa”, le doy al botón de responder y le pongo “ok, voy para ahí”, en cuanto acabo de escribir el mensaje la dependienta aparece con un marco plateado donde hay una foto, esta preciosa es echa a mano con un simple lápiz, como le gustan a mi padre, se nos distingue perfectamente a los tres, de fondo esta la playa en la que hicimos la foto.
-¿Qué te parece?-me pregunta la dependienta, al ver mi cara de admiración.
-Está perfecto, justo como lo quería.
-Bien me alegro, es para regalo ¿verdad?
-Si.
La chica envuelve el cuadro con delicadeza, con un papel alegre de colores rojos y dorados, después de a verlo envuelto me lo da en una bolsa, pagó y salgo corriendo en dirección a la salida del centro comercial y en menos tiempo del que me espero me veo en la puerta de mi casa.
-¿Qué te apetecía hacer una maratón?-pregunta Angel divertido.
-No, tan solo bajar unos cuantos kilos.
-Eyyy esa boca palillito-dice mientras me ayuda con las bolsas, a pesar de que le tiene bastantes.
Abro la puerta de mi casa y le ofrezco pasar a Angel, subimos a mi cuarto y posamos las bolsas en el suelo, cuando yo ya he posado las mías bolsas Angel se acerca a mi y me da un beso justo cuando la mini cadena de mi cuarto comienza a sonar y suena la canción Just a kiss de Lady Antebellum, me separo de Angel y sonrió, le doy un beso y miro el reloj, son las ocho menos cuarto, será mejor que me ponga a hacer la cena.
-Voy a hacer la cena, ¿me ayudas?
-Vale te ayudo a hacer tu cena.
-Bueno y tu cena.
-No, la mía ya esta lista.
-¿Qué?
-Eres tú, te voy a comer a besos.
No puedo evitar echarme a reír, a la que soy su cena, siempre me sorprende con algo, aunque claramente sea una tontería.
-Vale pues espera a que me ponga buena-le digo mientras bajo las escaleras-por cierto ¿Qué quieres de cenar?
-Lo que haya, me da igual.
Me dirijo a la cocina y saco comida de la nevera, parece que mi padre se ha dignado ya a ir a la carnicería y a traído filetes, decido hacer la comida más simple que se me ocurre, carne con patatas y ensalada. Cuando acabo de hacer la cena me dirijo al comedor y pongo la mesa, Alex me ayuda y para cuando acabamos de colocar todo mi padre no ha llegado todavía.
-Bueno pues cenamos ya, mi padre ya cenara cuando llegue-digo mientras poso sobre la mesa 2 latas de coca cola.
Comenzamos a cenar y para cuando llegamos al postre, mi padre no ha llegado, es raro mi padre siempre llega para la cena, aun así seguimos cenando, cuando acabamos recojo todo y nos ponemos a ver una peli. Sigo preocupada por mi padre, siento que algo malo ha pasado, pero Angel me consuela dando me besos, llama a sus padre para decirles que llegara tarde, ya son las 9 nada mi padre no aparece, pasadas las 10 sigue sin aparecer.
-No te preocupes seguro que está bien-dice Angel en tono calmado, mientras me da un beso.
Angel comienza a darme besos, cuando me doy cuenta esta casi tumbado sobre mí, mete las manos por mi camiseta y comienza a quitármela, comienzo a quitarle la camiseta cuando justo llaman a la puerta. Me empiezo a imaginar quien será, pero mi imaginación dura poco tiempo en estos momentos.
-Dios quien será a estas horas-maldigo mientras abro la puerta.
Pero va a ser que a quien esta al otro lado de la puerta le da igual que maldiga que no, tienes que decirme algo y es muy importante.
Este capítulo se lo dedico a mi prima Laura que tiene la imginación suficiente como para entenderme. Os dejo con la intriga besos xao.
viernes, 13 de enero de 2012
Capítulo 4: Un príncipe azul, una sonrisa…
Vi una parada de autobús cerca de donde yo me encontraba, iba ya a dejar de tomarle el pelo, ya había sufrido bastante, me gire para saber si venia corriendo o si se tomaba su tranquilidad, cuando mire hacia él ya estaba casi a mi lado me sonrió y lo siguiente que hizo fue darme un beso.
-La verdad es que no me apetece ir corriendo, quiero ir a caballo como los príncipes azules.
No pude evitar reírme, la idea era graciosa, pero era bonita que chica no ha soñado siempre con su príncipe azul, claro que esa idea ya se había quedado como una antigualla.
-Si espera que te compro un caballo y de paso el traje azul ese que llevan-dije entre risas- no espera e prefiero del cascanueces.
-Ehh no te rías con la ilusión que me hace a mí vestirme de príncipe azul.
-Ay perdón cariño, pero no te preocupes que a mi me gusta esa idea.
Me cogió de la mano y me regalo una sonrisa, me conformaba con esa sonrisa que le había sacado a base de tomarle el pelo, pero aquella sonrisa me valía como regalo de Navidad, ver sonreír a la gente era lo que más me gustaba, sobre todo si la sonrisa se la sacaba yo. Andamos hasta la parada del bus y nos subimos al primero que paro, que justamente iba hacia el centro de la ciudad, donde nos esperaban Dani y Lay. Después de 4 paradas en distintos lugares de la ciudad llegamos a nuestro destino, en cuanto me baje del autobús Lay corrió hacia mí y me dio el abrazo más fuerte que pudo, un poco más y hubiese muerto de asfixia.
-¿A qué viene tanto entusiasmo?-dije intentando respirar.
-Nada a que te quiero.
-A bien, pero suéltame que apenas me dejas respirar.
-Lo siento.
Lay me soltó y cuando nos dimos cuenta Angel y Dani estaban llamándonos para que entrásemos al centro comercial, Lay y yo entramos tras ellos.
-Bueno a ver Lay tu vas con Paula a comprar lo que tengáis que comprar y Dani y yo también vamos a nuestra bola, a la 1 quedamos en la pizzería Hat ¿ok?-dijo Angel en tono serio.
-Si, señor-dijo en tono cómico Lay.
Nos despedimos de Angel y Dani y nos fuimos a comprar los regalos de Navidad, que era lo mismo que iban a hacer ellos, pero claro como si fuese en secreto. Fuimos a varias tiendas, compre una sudadera, unas botas de futbol, una colonia y una camisa a conjunto con una corbata para Angel y Lay compró una colonia, una camisa con una corbata parecida a la que yo compre y un jersey para Dani. Las siguientes tiendas a la que fuimos era ya de ropa más adulta ya que necesitaba algo para mi padre, no sabía que comprarle, pero en un momento oportuno se me ocurrió que lo único que quería era un retrato de él, mi madre y yo cuando yo cumplí 2 años. Me dirigía una tienda en la que dibujaban cuadros a la perfección, me dirigí a la dependienta de la tienda y le dije lo que quería, le enseñe la foto a la que quería que se pareciese, era una foto que siempre llevaba conmigo.
-¿Para cuando necesitas la foto?
-¿Para cuando la podríais tener?
-Pues para esta tarde por lo menos o para mañana, pero yo creo que podremos tenerlo para esta tarde.
- A bien pues voy a estar por aquí todo el día por lo que lo pasare a recoger una hora antes de que cierren.
-Vale.
Salí de la tienda y Lay y yo nos dirigimos a otra tienda en la que había trajes lo bastante adecuados para mi padre, por no decir lo bastante serios para su trabajo, le compre un traje era negro con una camisa blanca y una corbata azul marino, cuando acabamos de hacer las compras era justo la 1, fuimos corriendo a la pizzería, pero Angel y Dani no habían llegado por lo que nos sentamos a esperar, después de unos 10 minutos aparecieron.
-Sentimos la tardanza es que alguien se entretuvo mirando el escaparate de la tienda de animales- dijo Angel mirando hacia Dani.
-¿Qué? Es que son tan cucos, por lo menos yo no he mirado trajes de príncipes azules.
Lay y yo nos reímos de aquella discusión ridícula que tenían, al final los 4 acabamos riéndonos, pedimos la comida que nos trajeron en menos tiempo del que me había previsto, comenzamos a comer y mientras hablábamos. Cuando acabamos de comer dimos una vuelta por aquel enorme centro comercial, Lay y yo nos íbamos riendo de la estúpida discusión que habían tenido Angel y Dani que nos miraban con una cara que no sabría definir. Angel iba tan cargado de bolsas que no podía ni agarrarme la mano, la verdad es que los dos íbamos cargados de bolsas, por lo que nos sentamos en un banco y posamos todas aquellas bolsas, Alex me miró y volvió a regalarme aquella sonrisa que hacia que me muriese por darle un beso. Me acerco a él, parecía que me había leído la mente, acto seguido me dio un beso tenia un dulce sabor a chocolate, debía de ser del chocolate caliente que se tomo para comer, ya que no le apetecía pizza se tomo un chocolate con churros, el beso seguía siendo dulce aunque no se hubiese tomado un chocolate. Angel me hacia sentir segura, protegida, eso no me lo quitaba nadie al igual que sus sonrisas e ideas macabras, como el príncipe azul.
-La verdad es que no me apetece ir corriendo, quiero ir a caballo como los príncipes azules.
No pude evitar reírme, la idea era graciosa, pero era bonita que chica no ha soñado siempre con su príncipe azul, claro que esa idea ya se había quedado como una antigualla.
-Si espera que te compro un caballo y de paso el traje azul ese que llevan-dije entre risas- no espera e prefiero del cascanueces.
-Ehh no te rías con la ilusión que me hace a mí vestirme de príncipe azul.
-Ay perdón cariño, pero no te preocupes que a mi me gusta esa idea.
Me cogió de la mano y me regalo una sonrisa, me conformaba con esa sonrisa que le había sacado a base de tomarle el pelo, pero aquella sonrisa me valía como regalo de Navidad, ver sonreír a la gente era lo que más me gustaba, sobre todo si la sonrisa se la sacaba yo. Andamos hasta la parada del bus y nos subimos al primero que paro, que justamente iba hacia el centro de la ciudad, donde nos esperaban Dani y Lay. Después de 4 paradas en distintos lugares de la ciudad llegamos a nuestro destino, en cuanto me baje del autobús Lay corrió hacia mí y me dio el abrazo más fuerte que pudo, un poco más y hubiese muerto de asfixia.
-¿A qué viene tanto entusiasmo?-dije intentando respirar.
-Nada a que te quiero.
-A bien, pero suéltame que apenas me dejas respirar.
-Lo siento.
Lay me soltó y cuando nos dimos cuenta Angel y Dani estaban llamándonos para que entrásemos al centro comercial, Lay y yo entramos tras ellos.
-Bueno a ver Lay tu vas con Paula a comprar lo que tengáis que comprar y Dani y yo también vamos a nuestra bola, a la 1 quedamos en la pizzería Hat ¿ok?-dijo Angel en tono serio.
-Si, señor-dijo en tono cómico Lay.
Nos despedimos de Angel y Dani y nos fuimos a comprar los regalos de Navidad, que era lo mismo que iban a hacer ellos, pero claro como si fuese en secreto. Fuimos a varias tiendas, compre una sudadera, unas botas de futbol, una colonia y una camisa a conjunto con una corbata para Angel y Lay compró una colonia, una camisa con una corbata parecida a la que yo compre y un jersey para Dani. Las siguientes tiendas a la que fuimos era ya de ropa más adulta ya que necesitaba algo para mi padre, no sabía que comprarle, pero en un momento oportuno se me ocurrió que lo único que quería era un retrato de él, mi madre y yo cuando yo cumplí 2 años. Me dirigía una tienda en la que dibujaban cuadros a la perfección, me dirigí a la dependienta de la tienda y le dije lo que quería, le enseñe la foto a la que quería que se pareciese, era una foto que siempre llevaba conmigo.
-¿Para cuando necesitas la foto?
-¿Para cuando la podríais tener?
-Pues para esta tarde por lo menos o para mañana, pero yo creo que podremos tenerlo para esta tarde.
- A bien pues voy a estar por aquí todo el día por lo que lo pasare a recoger una hora antes de que cierren.
-Vale.
Salí de la tienda y Lay y yo nos dirigimos a otra tienda en la que había trajes lo bastante adecuados para mi padre, por no decir lo bastante serios para su trabajo, le compre un traje era negro con una camisa blanca y una corbata azul marino, cuando acabamos de hacer las compras era justo la 1, fuimos corriendo a la pizzería, pero Angel y Dani no habían llegado por lo que nos sentamos a esperar, después de unos 10 minutos aparecieron.
-Sentimos la tardanza es que alguien se entretuvo mirando el escaparate de la tienda de animales- dijo Angel mirando hacia Dani.
-¿Qué? Es que son tan cucos, por lo menos yo no he mirado trajes de príncipes azules.
Lay y yo nos reímos de aquella discusión ridícula que tenían, al final los 4 acabamos riéndonos, pedimos la comida que nos trajeron en menos tiempo del que me había previsto, comenzamos a comer y mientras hablábamos. Cuando acabamos de comer dimos una vuelta por aquel enorme centro comercial, Lay y yo nos íbamos riendo de la estúpida discusión que habían tenido Angel y Dani que nos miraban con una cara que no sabría definir. Angel iba tan cargado de bolsas que no podía ni agarrarme la mano, la verdad es que los dos íbamos cargados de bolsas, por lo que nos sentamos en un banco y posamos todas aquellas bolsas, Alex me miró y volvió a regalarme aquella sonrisa que hacia que me muriese por darle un beso. Me acerco a él, parecía que me había leído la mente, acto seguido me dio un beso tenia un dulce sabor a chocolate, debía de ser del chocolate caliente que se tomo para comer, ya que no le apetecía pizza se tomo un chocolate con churros, el beso seguía siendo dulce aunque no se hubiese tomado un chocolate. Angel me hacia sentir segura, protegida, eso no me lo quitaba nadie al igual que sus sonrisas e ideas macabras, como el príncipe azul.
domingo, 1 de enero de 2012
Capitulo 3: Besos Inocentes
Andamos y andamos hasta que por fin encontramos un sitio adecuado para pasar el rato, era la playa, bajamos los escalones corriendo, me senté en la arena mientras Angel cogía unas piedras y las tiraba al agua. Mire como tiraba las piedras, hacia que diesen dos o tres saltos y luego se hundían, me divertía ese juego pero la verdad es que yo no sabía como se hacía, por eso me senté a ver.
-Ven que te enseño como se hace.
-Angel yo no se, que yo soy muy patosa para esto.
-Bueno para eso estoy yo para enseñarte, ven no seas boba-dijo Angel entre risas.
Me levante y me acerque hasta él, me cogió de la cintura y me agarro la mano, puso una piedra en ella y la cerró, balanceo mi mano y después de unos segundos la abrió de forma que la piedra fue a parar al agua, dio dos saltos y luego se hundió.
Me gire y le di a Angel un abrazo, nos sentamos en la arena, Angel me miro y antes de que me diera cuenta sus labios ya estaban rozando con los míos, él primer beso fue en los labios, fue un simple beso inocente, que hubiese pasado desapercibido por cualquiera que pasase por la playa en ese momento, pero los siguientes fueron en otra dirección, sus labios fueron en dirección a mi cuello. Angel comenzó a hacerme cosquillas y a darme besos tanto en los labios como en el cuello.
-Angel para que nos van a ver.
-Que nos vean no estamos haciendo nada malo.
-Ya bueno no estamos haciendo nada malo desde tu punto de vista, pero desde el punto de vista de la típica señora que todo lo quiere saber es otra cosa…
Angel hizo caso omiso de lo que decía, pero fue decir eso y a los 5 minutos paso un señor mayor que daba su paseo matinal, Angel dio un brinco y se sentó como si nada hubiese ocurrido, en cuanto aquel señor se alejó, me empecé a reír de él. Cuando Angel vio que aquel señor ya estaba lo suficiente lejos como para no verle, volvió a abalanzarse sobre mi, pero esta vez fui más rápida y me aparate haciendo que Angel se cállese de morros contra la arena, sin poder remediarlo comencé otra vez a reírme, pero cuando menos me lo espere Angel comenzó a correr detrás de mi. Yo no tuve la oportunidad de echar a correr por lo que Angel callo encima de mi, pero enseguida pude escapar de él y levantarme para poder colócame bien la ropa que se había salido de su sitio gracias al mono de mi novio, cuando acabe de recolocarme todo Angel seguía tirado en la arena mirando hacia a mi. Me dirigí hacia él y me senté, pero no en la arena si no encima de él.
-Joder que frío hace, ja ahora como soy yo la que esta encima aquí soy yo la jefa y vas a hacer lo que yo diga- dije entre risas.
Pero apenas pude acabar de reírme cuando Angel hizo rodar nuestros cuerpos sobre la arena y dejo mi cuerpo debajo de él suyo.
-Bueno pues ahora no, y como soy el jefe, tu estas debajo y hace frío, puedo hacer que suban las temperaturas, ya que tienes frío-dijo riéndose.
-Vamos ni sete ocurra, que estamos en un lugar público y como nos pillen…
-No, nos pillan tu tranquila.
-Angel que estamos en la playa…
Angel se inclino sobre mi, metió las manos dentro de mi camiseta y empezó a darme besos en el cuello, sus manos iban subiendo por mi espalda hasta llegar al engache del top, siguió dándome besos tanto en los labios como en el cuello, pero no tardo en intentar quitarme la chaqueta y la camiseta, cuando ya estaba consiguiendo quitarme la chaqueta, ya que le costaba porque yo me resistía, su móvil comenzó a sonar.
-Joder, puto móvil, que oportuno.
-Bueno, anda mira que bien si te voy a dejar con el calentón y todo-dije entre risas-anda cógelo.
Angel cogió su móvil y descolgó, mientras él hablaba, me volví a colocar la ropa, pero esta iba a ser la última vez que me la colocase en toda la mañana, cuando Angel acabo de hablar, se sacudió las arenas y me cogió de la mano.
-Era Dani, esta con Lay en el centro comercial, que acaban de abrir y que nos esperan en la entrada.
-Vale, pero ¿no iban a venir por la tarde?
-Al final no por lo que se ve.
-Bueno pues entonces ¿vamos andando hasta el centro comercial o vamos en bus?, no esta muy lejos.
-Como prefieras.
-Pues a ver si son las…
Mire mi móvil y vi que efectivamente como yo pensaba, nos daba tiempo de sobra, pero me apetecía reírme un poco más de Angel.
-Pues vamos corriendo-dije entre risas,
-¿Corriendo?
Eche a correr hacia los pequeños peldaños que hacían que escapase de aquella playa que había sido testigo de juegos y besos inocentes y de otros que ya no lo eran tanto.
Feliz Año Nuevo!!!! Happy New Year!!!!
Bueno este capitulo lo he subido algo tarde, por no decir que es corto, pero es verdad que pretendia subirlo para este día, porque para mi es un día especial. Es el cumpleaños de mi amiga Paula, este blog va dedicado a ella, pero especialmente este capítulo ya que su cumple es el 3. Felicidades Paula si estas leyendo esto. Bueno espero que por favor le digais felicidades a mi amiga a traves de los comentarios, besos.
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