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lunes, 31 de diciembre de 2012
¡Feliz 2013!
Bueno chic@s feliz 2013, que os lo paséis bien celebrándolo. Esperemos que nadie se haya atragantado con la uvas. Espero que cumpláis todos vuestros propósitos para este año, aunque bueno hay gente que ya los esta incumpliendo el día 2 de enero. Esperamos que disfrutéis leyendo al igual que nosotras escribiendo.
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viernes, 28 de diciembre de 2012
Capítulo 34: Calma y tempestad.
(POV Alicia)
Aquella tarde de marzo estaba siendo algo fría, unos minutos antes
había visto pelearse a Angel con un chico que no conocía de nada. La chica que
intento separarlos debía ser la famosa Paula de la que Angel me había hablado,
la verdad es que me resultaba familiar. Tenía la sensación de que la había
visto en otra ocasión, pero no me
acordaba donde ni cuando. Pague el café que me estaba tomando y salí de aquel
bar, camine hasta una cabina de teléfono y llame a mi padre. Tras varios
pitidos alguien pareció cogerlo.
-¿Si?
-¿Papa? soy Alicia
-Hola, cariño. No me digas que nos hechas otra vez de menos y te
quieres volver, si solo hace un día que te has ido.
-No, no es eso, era tan solo por saber qué tal esta mama.
-Esta bien, tranquila cuidare bien de ella, el medico dijo que el
bebe esta bien y tu madre también.
-A vale.
-Tu estate tranquila y céntrate en los estudios una plaza en el
extranjero no la consigue cualquiera…
-Ya, pero es que aquí no tengo casi amigos.
-Venga que solo te quedan dos trimestres más ahí y volverás con
nosotros. Cariño tienes que intentar disfrutar al máximo de esa experiencia.
-Ya ya lo sé, pero no me gusta disfrutarla sola.
-Cariño, tranquila ya veras como haces amigos y amigas rápido. Roma
no se hizo en un día.
-Papa te tengo que dejar, ya hablamos mañana.
-Vale, adiós cielo.
-Adiós papi.
Colgué y eche a andar sin rumbo fijo, pensé que si volvía a casa mis
penas se ahogarían, pero un día no remedia nada. Además tenía que volver a los
estudios, aquella era una oportunidad muy buena, pero como todo tenía sus pros
y sus contras. Seguí andando y llegue hasta la casa en la que ahora vivía, en
realidad vivía con una familia que acogía a estudiantes de intercambio o viaje
de estudios. Era una familia normal, tenían un hijo que es llamaba Josh y era
de mi edad, vamos al mismo instituto, pero a diferentes clases. A veces pienso
que me mira como si me odiara, pero no se si son imaginaciones mías o es que de
verdad me odia, se nota que apenas le conozco, pero ni siquiera sé si él quiere
que le conozca. Pienso que debería dejar las cosas así, pero necesito alguien
en el que apoyarme, contarle todo lo bueno y lo malo, pero esa persona no llega
y no creo que Josh se ofrezca voluntario a aguantarme. Entre y vi a Josh
sentado en el sofá, hablando por teléfono. Subo a mi cuarto y dejo mi cazadora
sobre la cama, voy al baño, me mojo la cara y la nuca. Me miro en el espejo y
practico una sonrisa, tengo que parecer alegre no tengo ganas de parecer
pesimista. Bajo las escaleras y veo que Josh ya no esta hablando por teléfono y
me acercó a él.
-Hola-me dice.
-Hola-digo tímida.
-Emm…mis padres van a cenar en casa de unos familiares y se quedaran
allí hasta mañana…por lo que estamos solos en casa.
-A ok…emm…Josh
-Dime…
-Nada mejor déjalo.
-No, dime...
-Pensaras que es una estupidez… ¿te apetecería venir al cine
conmigo? En plan amigos.
-Si, bueno en el plan que tú quieras…a mí no me importa eh-dijo con
una sonrisa.
-Aquí el invitado al cine eres tú, así que eliges el plan-le dije
con otra sonrisa.
-Voy a vestirme-me dijo mientras me revolvía el pelo.
Subió las escaleras en dirección a su habitación y cerró la puerta,
yo me dirigí también a mi habitación. Me arregle y cogí mi abrigo, baje al
salón y le espere, ya pensé que iba a tener que pasarme la noche enclaustrada
en casa con Josh sin dirigirnos la palabra. Aunque era lo que solía ocurrir
cuando los padres de Josh salían a cenar, pero de esta vez ya no pasaba. Oí
como se abría la puerta de su habitación y como bajaba las escaleras, me
levante para comprobar que él ya estaba listo y en efecto estaba preparado para
salir.
-Bueno ya estoy listo ¿salimos?
-Si, si.
Salimos y pusimos rumbo al cine. Por el camino fuimos hablando sobre
la película que debíamos ver, pero no sabíamos por cual decantarnos. Teníamos
una indecisión como una casa, parecíamos críos pequeños, finalmente acabamos
rifándolo.
-Pues lo rifamos a pito pito gorgorito-me dijo sin poder evitar
reírse.
-Me parece justo.
Josh comenzó a rifar y finalmente tuvimos una película elegida.
Llegamos al cine y Josh quería pagar las entradas, pero las pague yo. Cuando
entramos nos sentamos en una de las filas del final, hablamos hasta que la
película empezó, entonces se creó entre los dos un silencio sepulcral. Sentía
como cada poco Josh me miraba, pero esta vez no con odio, aunque antes no
estaba segura de si era odio o que era, esta vez pude percibir un poco de
ternura en sus ojos. Cogió mi mano y la acarició con ternura, le mire y
entonces el corazón se me aceleró, ahora temía que lo oyera. Debió de hacerlo
por que se acercó a mi oído y susurro con una voz dulce.
-Pues no se por qué…
-Pero lo estas-me dijo a la vez que me daba un beso en la
mejilla-quizá ahora ya no lo estés.
No volvimos a hablar, hasta que acabo la película. Estaba rezando
para que acabase, porque no sabía si me sentía incomoda o tenía ganas de
devolverle el beso a Josh. Salimos del cine y me apoye en una pared para poder
tomar el aire, Josh me miró pícaro, lo que hizo con los nervios acudieran en mi
búsqueda. Josh soltó una risita por lo bajo.
-¿Qué?-dije tímida.
-Te pongo nerviosa…
-Eso no es verdad.
-¿A no?
-No, no es verdad.
-Yo creó que si.
-Pues te equivocas.
Se acerco y acarició mi cuello, el corazón se me acelero todavía
más, Josh cogió mi cara entre sus manos e hizo que nuestros labios se
encontraran. El beso no fue muy largo, al poco ya se había separado de mí. Aquello era como la calma y la tempestad, el se mostraba tranquilo y yo de todas las formas excepto relajada.
-Pocas veces me equivoco…y esta no es una excepción, te pongo
nerviosa-dijo con una sonrisa.
-Bueno y ¿qué pasa si me pones nerviosa?
-Nada, pero deja que te haga una pregunta ¿en qué sentido te pongo
nerviosa?-me dijo con una mirada traviesa.
-Pues si no lo sabes tú que eres el que intenta ponerme nerviosa…mal
vamos-dije a la vez que andaba en dirección a casa-¿en qué sentido me quieres
poner nerviosa?
-No se, en todos los que pueda-dijo riéndose.
-…estas mal de la cabeza.
-Que va…yo estoy muy bien, si señor-dijo riéndose.
Llegamos a casa, a Josh se le ocurrió la genial idea de hacer de
cenar pizza. Claramente el pobre no era un experto en hacer pizzas, por lo que
intente ayudarle. Me dirigí a la cocina y puse orden, más o menos sabía hacer
una pizza. Comenzamos a cocinar y por fin tuvimos la pizza lista para comer.
-Por favor Alicia podrías pasarme la salsa barbacoa de ese armario.
-¿Comes la pizza con salsa barbacoa?
-Si, ¿por?
-Nada, para gustos colores.
Me levante y me puse de puntillas para poder alcanzar el bote de
salsa, entonces sentí unas manos alrededor de mi cintura y unos labios en mi
cuello, otra vez mi corazón se aceleró, me gire y claramente Josh estaba detrás
de mi.
-Pero tú ¿a qué juegas?
-A ponerte nerviosa, es que es muy divertido.
-Y ¿no puedes buscarte otro juego?
-No, porque estoy esperando a que tú lo
continúes, aunque va a ser muy difícil que tu consigas ponerme nervioso.
-Y ¿por qué es difícil ponerte nervioso?
-Porque nunca pierdo la calma.
-Eso ya lo veremos…
-No lo vas a conseguir.
-Y ¿si lo consigo?
-Lo dudo, pero si lo consigues dejare de ponerte nerviosa.
-Vale.
-Si pierdes…bueno ya me lo pensare.
-¿Cuántos intentos me concedes?
-Te concedo 10 intentos.
-Vale, pues trato hecho-le dije dándole la mano.
-Ya sé, si pierdes tienes que presentarme a tus padres como tu
novio.
-Pero eso no es un problema.
-Pero si es un problema si soy yo.
-Pues ¿por qué?
-Pues porque…-se quedo pensando y finalmente opto por decir-soy un
encanto, tus padres no van a querer que me dejes ni de broma-dijo a la vez que
me daba la mano.
-Vale.
Me senté y continúe con mi cena, una vez terminamos y limpiamos todo
lo que habíamos ensuciado, me largue a mi habitación.
(POV Josh)
Unas horas después había caído dormido en mi cama, estaba sumido en
un profundo sueño. Aunque sumido en un profundo sueño oía la música que había
dejado puesta, en ese momento estaba sonando “Falling in love” de McFly. Sigo
adormilado cuando una voz intenta sacarme de mi sueño, intento no despertarme,
pero no lo consigo. Abro los ojos y tumbada a mi lado esta Alicia, la miro bien
y en el momento no veo nada anormal, pero después me doy cuenta. Estaba en ropa
interior, me entra la risa porque sabía que había intentado ponerme nervioso,
pero no lo consiguió.
-Si lo que querías era echar un polvo no hacia falta que te me
desnudases aquí mismo, simplemente podrías haberme llamado-le digo con los ojos
semicerrados.
-Es decir, no te he puesto nervioso.
-No.
(POV Alicia)
Me levanto dispuesta a irme a mi cama, no había conseguido ponerle nervioso,
Josh me coge de la mano y hace que me siente en la cama.
-Quédate aquí, por favor…
-¿Qué? ¿Quieres que duerma contigo?
-Bueno si no quieres no te obligo…pero no me apetece dormir solo.
-¿Le tienes miedo a la oscuridad?
-Ahora que lo pienso bien te tengo más miedo a ti que a la
oscuridad, es decir, tengo miedo a que me violes…
-No tienes ese privilegio, aparte de que aquí el que viola eres tú.
-Yo no hago eso…
-Claro por eso me estas besuqueando todo el tiempo…
-Pero si eso es de mutuo acuerdo.
-Seguro…
En ese momento Josh me cogió por la nuca juntando nuestros labios y
robándome un beso, luego me miró a los ojos y me mostró una sonrisa tierna.
-Puede que en el momento en el que te los doy no sean besos de mutuo
acuerdo, pero si los deseas.
-…
-¿Duermes conmigo?
La verdad es que yo tampoco quería dormir sola. Asentí con la cabeza
y me metí dentro de su cama, él me abrazo y apoye mi cabeza en su pecho
desnudo. Sentía como su corazón latía lentamente, haciendo que yo me sumiera en
la tranquilidad y me durmiera escuchando los latidos de su corazón.
lunes, 24 de diciembre de 2012
Capítulo 33: Situación divertida.
(POV Paula)
Me desperté en una cama ajena, me pesaba la cabeza y las ganas de seguir durmiendo me inundaban, pero me impuse la nueva norma de levantarme si o si. Me senté e intente averiguar donde estaba, aquel lugar no me sonaba de nada. Me dolía la cabeza y lo último que me apetecía era ponerme a recordar que había pasado. De repente se abrió la puerta que estaba frente a la cama, mi reacción no fue otra que girarme. John había salido, de lo que supuestamente seria el baño, completamente desnudo. Pude ver por el rabillo del ojo como sonreía malicioso.
-¿Podrías taparte un poco no crees?-le dije mientras le tiraba algo para que se tapase.
-Podría, pero pensé que quizá te resultaría más agradable verme así-dijo mientras se tapaba.
Pase de buscarle dobles sentidos a la frase. Me gire y por fin pude mirarle, comprobé que yo seguía vestida, por suerte no me había pasado nada grave con aquel depravado, es decir, que no habíamos hecho nada malo los dos.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-le dije con una mirada iracunda.
-Si, dime.
Arquee las cejas dando lugar a otra respuesta por parte de John, que si no fuera por la paciencia que tengo le hubiera pegado una torta.
-Bueno, que no es tan grave, solo te he sedado, da gracias de que no he hecho nada más…
Me desperté en una cama ajena, me pesaba la cabeza y las ganas de seguir durmiendo me inundaban, pero me impuse la nueva norma de levantarme si o si. Me senté e intente averiguar donde estaba, aquel lugar no me sonaba de nada. Me dolía la cabeza y lo último que me apetecía era ponerme a recordar que había pasado. De repente se abrió la puerta que estaba frente a la cama, mi reacción no fue otra que girarme. John había salido, de lo que supuestamente seria el baño, completamente desnudo. Pude ver por el rabillo del ojo como sonreía malicioso.
-¿Podrías taparte un poco no crees?-le dije mientras le tiraba algo para que se tapase.
-Podría, pero pensé que quizá te resultaría más agradable verme así-dijo mientras se tapaba.
Pase de buscarle dobles sentidos a la frase. Me gire y por fin pude mirarle, comprobé que yo seguía vestida, por suerte no me había pasado nada grave con aquel depravado, es decir, que no habíamos hecho nada malo los dos.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-le dije con una mirada iracunda.
-Si, dime.
-¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?-le dije intentando que la voz no
me temblara por el odio que le tenía.
-¿Puedo hacerte yo otra?
-…no has respondido a las mías…
-¿Es indispensable que lo sepas?
-Pues sí, la verdad…
-Pues entonces no te lo pienso decir.
-¿Por qué?
-Por que no me conviene.
-Y ¿desde cuándo me importa a mi lo que a ti te convenga?
-Pues no lo sé, pero no te pienso decir donde estamos.
-Pues si no me lo vas a decir, intentare acordarme yo…
-Ja pues ya puedes empezar, dudo que te acuerdes de que ha pasado,
como has llegado aquí y que es este lugar…
-Vale, ahora me he planteado más preguntas, ¿crees que podrías
responder a ellas?
-Pues no se…
-¿Qué coño me has hecho? ¿Por qué no recuerdo nada?-le dije airada
mientras me levantaba y me dirigía hacia él- Te juro que como no me respondas
te…
-¿Te qué Paula?-me dijo a la vez que me sujetaba las manos y me
acercaba hacia él-¿qué me vas a hacer? ¿Me vas a pegar?
-John ten cuidado con lo que dices, estas levantando más ira en mi
de la que nadie a levantado jamás-le dije mirándole a los ojos firmemente.
-Es una pena porque tu no levantas en mí lo mismo-dijo-es decir
levantas cualquier otra cosa menos ira-dijo pícaro-bueno solo pienso
responderte a una pregunta, mírate el brazo y encontraras algunas respuestas.
Se separo de mí y se dirigió a un armario, yo me senté en la cama y
aparte la manga de mi brazo, vi la señal de que me habían pinchado algo.
Intente no ponerme colérica, pensaba en como todo esto me superaba y las ganas
que tenía de mangarle dos guantazos a John. Me tape el brazo e inspire para
poder calmarme, me gire para mirar a John que ya se había vestido y me miraba
sonriente.
-¿Qué me has inyectado? ¿Me has drogado?
-Drogar es una palabra muy fuerte, simplemente digamos que te he
sedado…
Arquee las cejas dando lugar a otra respuesta por parte de John, que si no fuera por la paciencia que tengo le hubiera pegado una torta.
-Bueno, que no es tan grave, solo te he sedado, da gracias de que no he hecho nada más…
-¿Cuánto me has inyectado?
-No se, lo suficiente como para que no te acordaras de lo que había
pasado unos minutos antes…
-Te das cuenta de que si llegas a inyectarme más…me podrías haberme
matado sogilipollas-le dije enfadada.
-Pues anda no había pensado en eso…
Me levante ya dispuesta a darle la ostia de su vida, pero me volví a
calmar, tenía que controlarme, cerre mis puños. Se notaba como cada poco mi adrenalina se
desataba y daba lugar a esos momentos tan tensos con John.
-Que energía, puff si la usaras para otras cosas-me dijo cuando me
había levantado.
-Sigue soñando guapo…
-Mira si voy sumando puntos, ya me has llamado guapo, que será lo
siguiente tío bueno.
-No habrá siguiente…
-¿Por qué?
-Porque me largo-le dije mientras me dirigía a la puerta de salida.
Intente abrir la puerta, pero estaba cerrada de llave.
-¿Buscabas esto?-me dijo John a la vez que me mostraba unas llaves.
Me dirigí hacia él para coger las llaves, pero rápidamente las aparto
de mi vista. Intente quitárselas, pero fue en vano, veía como sonreía y que
ganas tenía de borrarle esa sonrisa, la verdad es que no le estaba costando
nada hacer que no las cogiera.
-¿No crees que sería más fácil pedirme las llaves con un por favor?
Digo yo, vamos-dijo riendo.
-Me das las llaves por favor.
-No.
-¿Entonces para que me dices que te las pida por favor? Payaso.
-Pues por divertirme-me dijo a la vez que me pegaba un empujón y me
tiraba sobre la cama-aunque bueno si te me pones así, me puedo divertir de otra
forma-me dijo mientras se agachaba sobre mí.
-Párate, no pienso dejarte hacerme nada…
-Que pena fijo que nos lo hubiéramos pasado muy bien-dijo a la vez
que se alejaba de mí.
Palpe mis bolsillos en busca de mi móvil, pero no lo tenía. Sabía de
sobra que me lo había quitado él –que hijo de puta-dije para mis adentros, me
estaba preguntando como iba a salir de aquel lugar. No podía pasarme allí
encerrada toda la vida, me volvería loca. A John le divertía esta situación, él
y yo a solas encerrados en un cuarto, era una idea muy atractiva para su
imaginación, fijo que hasta lo había soñado. Empezaba a pensar que él no estaba
bien de la cabeza, pero esa idea me aterrorizaba, por lo que la abandone. Me
tire sobre la cama abatida y me tape la cara, suspire e intente relajarme. No
podía consentirme perder los nervios tan solo para que John se divirtiera,
tenía que calmarme. Me senté y respire hondo.
-¿Para que me has traído aquí?
-¡Anda si esta dispuesta a escuchar!
-Déjate de tonterías y cuéntame para qué me has traído aquí.
-¿Te acuerdas de qué me preguntaste en qué andaba metido tu padre?
-Sí,
-Bueno, pues averigüe que estaba metido en una misión contra el
narcotráfico, tal y como nos suponíamos. ¿Te acuerdas de aquel sobre con las
fotos?
-Si…¿qué pasa?
-Los que mataron a tu padre, ahora te siguen a ti…ellos te mandaron
esas fotos como una señal de que estaban ahí, vigilando cada paso en falso que
pudieras dar y ahora están en Londres.
Bueno aquí teneis este nuevo capítulo, no es muy largo, pero esperamos que os guste. Comentar, besitos.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Capítulo 32: La sombra.
(POV Angel)
Me levante de la cama y cogí mi ropa. Oí como alguien entraba en casa, debían de ser los tíos de Paula por lo que la avise. Paula se levanto de la cama como un rayo y comenzó a vestirse.
-Angel vístete rápido.
-¿Por qué?
-Porque no creo que a mis tíos les parezca bien ver a un tío desnudo en medio de la habitación de su sobrina.
-Como si fuera un delito verme tal y como me trajeron al mundo, además tú lo haces muy a menudo.
-Pero yo…da igual…soy la única que puede verte así.
-Pues no es por ponerte celosa, pero mi madre me ha visto así muchas veces…
-No voy a ponerme celosa.
-¿Por qué?
-Porque se de sobra que tu madre solo te ha visto así cuando tu minga no era ni la mitad de mi dedo meñique.
-Au, eso duele…
-Como jode la verdad ¿eh?
-…
-Anda vístete.
Derepente oímos como alguien subía las escaleras, yo todavía no me había vestido. Por lo que vi como Paula me hacía una seña apresurada, pero yo seguía allí en medio. Me cogió por el brazo y me metió dentro de su armario y me encerró. Justo en ese momento alguien abrió la puerta de la habitación. Entonces oí una voz grave.
-¡Ah! Estas aquí. Volví al bar a por ti, pero no estabas.
-¿Qué coño haces aquí? ¿No sabes que ahí abajo hay un timbre?
-Bueno cariño, es que mis ganas de verte eran impacientes.
-Impacientes te voy a dar yo a ti, pero de un guantazo. Ya te dije el otro día que no te quería ver.
-Mentira no me dijiste eso, simplemente dijiste que tu solo me querías como amigo.
-Yo no te quiero como amigo y no te dije eso.
-Sino me quieres como amigo, me quieres como algo más…
-Mira déjate de hacerte ilusiones de una puta vez, yo a ti no te quiero ni como animal de compañía.
En ese momento oí como Paula gritaba mi nombre y salí del armario, pero ella ya no estaba, la seguí por las escaleras, pero solo vi su sombra salir por la puerta principal en brazos de alguien. Me quede paralizado en mitad de la escalera sin saber que hacer. Subí las escaleras y me vestí, el siguiente paso fue llamar a la policía habían secuestrado a Paula. La sombra se la había llevado.
(POV Andrea)
Miraba como jugaba mi hermana, era como un regalo de navidad con su vestidito rojo y diadema dorada. Corría de un lado para el otro detrás de otros niños y niñas, que jugaban al pilla pilla con ella.
-Hola.
-Hola-dije mientras me giraba para ver a quien me saludaba.
Era Víctor el primo de Paula, era terriblemente guapo, tenía unos ojos verdes cristalinos que lo hacían todavía más atractivo. Le sonreí, aunque creo que se me quedo cara de tonta.
-¿Qué tal?-me pregunto.
-Bien y ¿tú?
-Bien, gracias. ¿Vienes aquí usualmente?
-Si, es que me encanta jugar en el tobogán-dije irónicamente.
-¿Entonces?
-Entonces ¿Qué?
-Que si no juegas en el tobogán ¿qué haces aquí?
-Pues, es que mi hermana juegan en este parque. Y tú ¿qué haces aquí?
-Pues…no tengo excusa…venía a verte a ti.
-…
-Si bueno llámalo extraño, pero es que me he quedado prendado de ti desde el primer día en que te vi.
-Em…vale, estas a broma.
-¿Por qué? ¿No te gusto?
-No, no es eso, pero…
-Pero que ¿no crees en el amor a primera vista?
-Pues si te digo la verdad…no lo se.
Víctor se acercó a mí y note como su respiración se aceleraba, se acercó hasta que sus labios casi rozaron con los míos, pero una risita aguda nos interrumpió, sonreí y me gire para mirar a mi hermana que nos miraba con gracia.
-Andrea no sabía que tenias novio…-se acercó a Víctor-ten cuidado no te valla a comer.
-Kris no ¿estabas jugando?
-Si, pero ya me he cansado.
-Así que tu eres Kris, yo soy Víctor.
-¿Eres el novio de mi hermana?
-Pues…
-Kris eso no se pregunta.
-Pero ¿estáis saliendo o no?
-Si, supongo-dije con dudas.
-Ahh…
De repente mi móvil comenzó a sonar, era mi madre lo cogí y la escuche. Cuando colgué, guarde mi móvil, mi cara no era de las mejores, pero bueno la noticia que me habían dado tampoco.
-Andrea ¿qué pasa?-pregunto Víctor preocupado.
-Han…han secuestrado a Paula.
-¿Qué? ¿Quién?
-No lo se, mi madre solo me ha dicho eso. Voy a llevar a mi hermana a casa y…no se me pondré a buscarla, no pueden a verla secuestrado...-dije mientras me levantaba.
-Espera…voy contigo-me dijo a la vez que se levantaba.
Le sonreí y echamos ha andar en dirección a mi casa. No sabía por donde empezar a buscarla, pero tenía que encontrarla, Paula no había tenido buena suerte en su vida, pero no podía dejar que la mala suerte se la llevase.
Bueno aquí tenéis el capítulo, espero que os guste. Comentar, besitos.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Capítulo 31: Es mi novia, pero no es mía.
Paralizada, mis ojos no podían dar crédito a lo que
estaba viendo, no sabía que hacer. Angel y John se estaban peleando. Me acerque
e intente separarlos, pero un puñetazo de Angel me derribó. Había sido sin
querer, el no miraba por quien estaba a su alrededor, estaba pendiente de
partirle la cara a John. Alguien intento levantarme y lo consiguió, una chica
de pelo negro, flequillo recto y ojos azules como el mar me sonreía intentando
animarme. El dueño del local también intento separarlos, cuando por fin lo
consiguió lo primero que hizo fue echar a John fuera, lo siguiente fue mirar si
yo estaba bien. Porque aunque no estaba metida en la pelea, uno de los
puñetazos fue a parar a mí. El dueño debía de tener unos 50 y tantos años, con
cara de bonachón, parecía tener una paciencia inagotable.
-Tome señorita, póngase este hielo en la mejilla
para bajar la hinchazón-me dijo- también esta sangrando por el labio, espere
que le traigo algo para cortar la hemorragia.
-Gracias-le dije con una sonrisa.
El señor se marchó alegre cantando, a pesar del
disgusto que se había llevado esa tarde. Angel me miraba preocupado, yo ni
siquiera le respondí con una mirada de “estoy bien” porque no lo estaba. Le
había dicho que no se peleara con John, pero debe ser que hablo en chino. El
dueño del establecimiento vuelve con algodón y una bolsa de hielo algo más
pequeña que la anterior.
-Aquí tiene señorita.
-Gracias.
Me limpie el labio con el algodón y me puse el
hielo. Tenía ganas de salir de allí e irme a mi casa, pero me quede allí hasta
que Angel comenzó a hablar.
-Lo siento, no quería pegarte. Es que ni siquiera te
vi acercarte…
-Angel lo que me duele no es el puñetazo, lo que me
duele es que no me hagas caso cuando te hablo, te había dicho que no te
pelearas con él…
-Pero el empezó…
-No creo que seas un niño pequeño para que empieces
con eso…
-Pero…
-¿Por qué comenzaste a pegarle?
-¡Qué yo no empecé!
-…
-Lo siento no quería gritarte…
-Nada déjalo se ve que tenemos un problema de
agresividad descontrolada-dije mientras me levantaba para marcharme.
Angel me cogió del brazo y me acerco hacia él.
-Lo siento, por favor déjame que te explique lo que
paso.
Flashback
(POV Angel)
Me acerco a la barra y me siento en un taburete a la
espera de que el camarero me pueda tomar el pedido. Alguien se sienta a mi
lado, me giro y veo a John.
-¿Qué haces aquí?-me preguntó de forma grosera.
-Pues vine a visitar a Paula…
-Olvídate de ella, ella es mía…
-Paula no es un premio. Es mi novia, pero no
significa que sea mía, no es un objeto que se pueda poseer.
-No, ni es tuya, ni es tu novia.
-¿Qué?
-¿Qué?
-Que te alejes de ella…
-Pues lo siento amigo, pero no me voy a separar de
ella.
Estas palabras fueron lo suficientemente claras como
para prender la mecha. Me levante para dirigirme a mi mesa, pero John me pego
un puñetazo. Claramente yo respondí, le devolví el puñetazo pero con más
fuerza. Entonces la guerra comenzó, cada ostia que él me propinaba, me daba la
fuerza suficiente como para devolvérsela. En ese momento estaba lleno de odio
hacia John, había ido a Londres para estar con Paula, no para propinarle a él
una somanta de ostias, pero él así lo había elegido. Sentía su voz en mi cabeza
diciendo “Paula es mía.” “Aléjate de ella.” Ahora ya no podía evitarlo las
ganas de que se alejase él de Paula y de mi iban en aumento. De repente note
como sin querer le pegaba a alguien, pero ni me inmute, la siguiente persona
que apareció para separarnos era el dueño del local. John fue expulsado del
local y en cuanto a mí, sentí una vergüenza terrible por el numerito que había
armado, pero no pude evitar todavía sentirme más avergonzado cuando vi a la
persona a la que le había pegado sin querer, era Paula. Corrí junto a ella y el
dueño del local que le estaba haciendo unas pequeñas curas.
Angel me contó todo tal y como había pasado, la
verdad es que pienso que se merece una disculpa por mi parte, ya que pensé que
la pelea la había comenzado él.
-Lo siento-le dije-pensé que habías sido tú quien
había empezado.
-Es que desde luego no me dejas que me explique-dijo
entre risas.
-Y tú una agresividad descontrolada- le dije con una
mirada pícara.
-No valen esos juegos-me dijo desviando la
mirada-que por cierto are me tienes que dar una recompensa doble.
-…entonces, eso significa ¿qué estoy perdonada?
-Si, pero eso no significa que no me tengas que
recompensar.
Le sonreí, me acerque a él y le bese, baje hasta su
cuello y le acaricie.
-Paula que estamos en una zona pública-me dijo con
cierto tono de burla.
-Yo no te dije que te fuese a recompensar aquí…
-Ahhh ¿qué entonces vas a darme algo mas que un
beso?
-Perdona…que un beso mío vale por cien mil de
cualquier otra, a que te quedas sin recompensa.
-La recompensa me la tienes que dar igual, más bien
me la debes y si no me la das eres una morosa.
-No no no, perdona pero las recompensas tienes que
merecértelas.
-Y ¿qué es que no me las merezco?
-Nos vamos a casa…
-Pues, ¿no me la vas a dar?
-Te la voy a dar,
pero es que no puede ser en público.-¿Por qué? Con lo que a mí me gustan los retos.
-Es verdad…pero es que con la recompensa que te voy a dar te vas a subir por las paredes y aquí no tienen pared suficiente-le dije pícara.
-Ufff ya empezamos, vámonos a tu casa.
Angel salió como una exhalación y tras de él yo. No tardamos mucho en llegar a mi casa, subimos a mi cuarto, cerré la puerta y que la oscuridad de mi cuarto jugase son nosotros. Angel se tumbó en la cama y yo sobre él, le bese. Le quite la camiseta y seguí con mis jueguecitos.
Bueno espero que os guste el capítulo, sentimos haber tardado tanto en colgar estos últimos capiítulos, pero es que estabamos hasta arriba de examenes. Ahora que llegan las vacaciones intentaremos escribir los capítulos más a menudo. Comentar, besitos.
domingo, 2 de diciembre de 2012
Capítulo 30: Tus sonrisas son mi adrenalina.
El timbre suena, bajo las escaleras corriendo, estoy
sola en casa, por lo que nadie me adelanta. Abrí la puerta y no sabía si reír o
llorar. Él estaba ya delante de mi puerta feliz sin saber lo que le esperaba
aquí. Su sonrisa reflejaba lo que todavía no sabía, por mi mente pasaron los
miles de momentos que viví junto a él, momentos inolvidables, que en tan solo
unos minutos pasarían al recuerdo. Una lágrima surco mi mejilla. Le abrace lo
más fuerte que pude, tenía miedo a que se fuera, aunque no podía soportar la
idea de que lo iba a hacer.
-¿Tan malo es quererme?-me dijo al oído.
-…que te voy a decir…si ya sabes la respuesta…
Acaricio con cuidado mi mejilla, acerco son sumo
cuidado mi cara a la suya y junto nuestros labios, pero no fue un beso fiero
sino que fue delicado, como si temiera hacerme daño. Una de sus manos paso a
acariciar mi cabello, las mías rodearon su nuca. Me separe de él con cuidado y
le mire a los ojos.
-¿Qué haces aquí?
-Pues es que eres mi vida y necesitaba verte,
necesitaba volver a besarte.
Me mordí el labio y mire al suelo, dentro de poco
creo que no volvería a necesitar verme.
-Tenemos que hablar.
-Me da la sensación de que no lo dices para bien…
-Pasa y siéntate…
Le conduje hasta el salón y nos sentamos, le mire a
los ojos, él único problema era que no sabía como empezar.
-Primero quiero pedirte perdón…porque nunca quise
hacerte daño…quiero decirte que te quiero y…
-Vete al tajo…
Tome aire y comencé a contarle todo lo que había
pasado en los últimos dos días. Los ojos de Angel se tornaron cristalinos, no
sabía donde posar su mirada. Supo donde posarla cuando le enseñe uno de los
moratones de mi muñeca, John la había apretado tanto que mi muñeca se tornaba
de un color morado. El silencio nos invadió, comenzaban las tensiones.
-Pero ese degenerado ¿quiere llevar una somanta de
ostias?-soltó Angel enfadado.
-No déjalo, con el bofetón que le pegue ya le basta…
¿piensas dejarme?
Angel que en ese momento miraba al suelo fijo su
mirada en mí.
-No, te guste o no pienso seguir contigo. Te sigo
queriendo. ¿Tú me sigues queriendo?
La respuesta no fue la que él se esperaba, fue mucho
mejor. Me incliné hacia él y rocé mis labios con los suyos, cerré los ojos y le
besé. Acaricié su cuello con sumo cuidado, deslicé una de mis manos hasta la
cremallera de su chaqueta y se la quite. Metí mis manos bajo su camiseta y le
acaricié como nunca antes lo había hecho, deslicé mis labios por su cuello. Sus
manos que se había enredado en mi pelo, se fueron directos al borde de mi
camiseta haciendo que sintiese mi piel desnuda. Le cogí la mano y lo conduje
hasta mi cuarto, cerré la puerta y fui directa hacia él. Mis manos volvieron a
deslizarse bajo su camiseta, pero esta vez ella paso a estar en el suelo, para
que no se sintiera sola la mía la acompaño. Tirado en la cama Angel espera que
salte sobre él, pero me agacho y cojo mi camiseta.
-¿Qué haces?
-Ponerme la camiseta o no lo ves…
-¿Qué? ¿Me vas a dejar así a medias?
Me encogí de hombros y le dirigí una mirada pícara.
-Pero como me vas a dejar a medias, que mira me
estas enseñando el tatuaje de tu espalda y me estoy poniendo…
-Así que eso es lo que te pone ¡ehh!, lo que te pone
es mi tatuaje…
-No, de ti me pone todo, pero en este momento lo que
más el tatuaje.
Le sonreí de una forma maliciosa y fui a mi armario
a por una camiseta con media espalda descubierta, sabía cual iba a ser su
reacción, pero necesitaba ponerlo un poco “nervioso” por así decirlo.
-¡Ah! y encima me haces esto, estas siendo mala…
-Y eso ¿no te pone?
-Todavía más…buff
-Anda ponte la camiseta que nos vamos a dar un
paseo.
-Pero…
-Nada de peros…después te daré tu premio-le dije
riendo.
Angel se puso la camiseta y acto seguido salimos a
dar una vuelta. Unas horas después estábamos sentados en el mismo punto en el mismo
punto en el que John había intentado besarme. Apoye mi cabeza sobre el hombro
de Angel y cerré los ojos, note como sonreía, como su mirada se posaba en mi y
apoyaba su cabeza sobre la mía. Mirando aquel canal fui feliz una vez más,
cuando estaba a su la do mis problemas se disipaban, vivir tenía sentido. Cada
sonrisa que él me profiere es un mundo para mí, pero no solo eso sino que también
es mi adrenalina, lo que acelera mi corazón, son como una sustancia viciosa imposible
de dejar. Cada momento vivido con él es algo irrepetible e inolvidable, se
podría decir que así es Angel, único, por lo tanto irrepetible, inolvidable, admirable.
Se podría decir que hay muchas personas así, pero en ese momento en mi corazón
solo había sitio para Angel.
Bueno aquí teneis el capítulo, no es muy largo, pero espero que os guste. Besitos, comentar.
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